Si la vida estuviera del todo bien hecha, serían, claro, la salud y la belleza las que primero de todo se pegarían. Claro que, si la vida estuviera del todo bien hecha, no nos enteraríamos de nada.
política, literatura, cine, sociedad
Si la vida estuviera del todo bien hecha, serían, claro, la salud y la belleza las que primero de todo se pegarían. Claro que, si la vida estuviera del todo bien hecha, no nos enteraríamos de nada.
Yo… he visto cosas que vosotros no creeríais: personas que todavía regalan, o se regalan, libros/libros por Navidad y para Reyes... PEOR AÚN... yo he visto PERSONAS que... en cualquier mes del año incluso regalan o se regalan LIBROS de escritores sin Nombre... Cada uno de esos momentos brillará como un Tiempo mejor… como una Rosa jubilosa en medio del puro desierto.
Ayer Carmen López Pemuy, a quien no tengo el gusto de conocer en persona, a quien por tanto ningún interés, salvo el de la amistad virtual y mi admiración por su gran labor humanitaria, me une, tuvo la deferencia de sencillamente escribir, a propósito de mis 111 ROSAS, en mi Muro:
En las personas que saben valorar y alentar el trabajo bien hecho reside la esperanza de un mundo mejor, más humano y precioso. ¿Que la mayoría de la gente, en la vida y en las redes, es olvidadiza y pasa de todo? Claro. Pero los escritores que ni Nombre tenemos hemos de tener la esperanza, viva y ardiente, puesta en esa inmensa minoría de personas atentas y generosas que aún quedan, ¿no? Aún quedan, sí.
... El camino que lleva a Belén
Noche de Paz para todo el que esto me lea, Noche de Amor para cada uno de quienes de verdad a este escritor sin Nombre alientan.
¿Que me toque la #Lotería? Con tu varita, tócame tú, mejor.
Me pido yo para hoy sólo la pedrea dulcísima de tus besos contra mi boca. La pedrea delicada de tus besos que, a fuer de salirte redondos, son capicúas. Con eso voy servido. Es lo mejor también para mi salud, que es hoy lo importante, ¿a que sí?. Pues eso, tus besos. Y, sólo si tú lo quieres, voy y te hago yo luego unos versos.
Ayer una buena lectora, que me pidió mis 111 ROSAS y ya le llegaron, me escribió: “Deseando leerlo… Gracias por la dedicatoria… Y que tiene un precio, que no es dinero, 10 e”. Y fue muy bonito el leérselo, ese salero, esa generosidad, la verdad. Gracias.
La Fama es hoy la verdadera religión, en el sentido de vincular gregariamente a la gente otorgándole la Divinidad a Uno. Como sea (antes la Fama era sobre todo la consecuencia de una trayectoria, hoy es en general frikismo+enchufe) te haces Famoso... y tus creaciones de golpe y porrazo interesan a todos. Quiero tu libro, claro que sí. Eres un donnadie, y con eso mismo que haces, te dan palmadita al hombro… y passan. Por eso el escritor sin Nombre NECESITA como el aire personas capaces de ir contracorriente.
Sábado, sabadito,
Dirás tú que no, pero tiene mucho mérito, yo creo, el querer, a la altura ya de los sesenta otoños y siendo un donnadie, precisamente andar enfrascado en dar a luz un nuevo libro… de versos. Aún me faltan, claro, para que esa nueva y alta vida sea posible, unas pocas peticiones más de mis 111 ROSAS, tan bonitas. Help.
Laureano Parra, lector mío –y yo suyo- aquí, es un formidable dinamizador cultural. El entusiasmo y buen gusto por la difusión de los más diversos campos del saber y las humanidades destacan en su persona sobremanera y a su través se propagan con alegría y buen humor en el Círculo que él sostiene en Ciudad Real por la Mancha entera hasta donde las aguas del mar Facebook alcancen. Laureano, entre tanta actividad creadora, encontró siempre hueco para mis obras, y me enorgullezco de contarle entre mis triples lectores, ergo amigos. Pues… esto puso ayer en el Muro sobre mis 111 ROSAS: “Lo he empezado a leer… y ENGANCHA”. Y esto otro acerca de mi Bobo con ínfulas: “De principio a fin con la sonrisa en la boca… GRACIAS por hacerme disfrutar leyendo”. Me emocionó leérselo, lo reconozco. No, Laureano, buen amigo, muchas GRACIAS a ti por, sin conocerme de nada, alentar mis obras, mis ROSAS ahora también, por ayudarme a mantener vivo mi sueño de poder seguir siendo escritor de libros/libros buenos, bonitos y no muy caros, creo.
El otro día, por privado, me dijo J, un buen lector, ergo un buen amigo: "Jose Antonio, me encantan tus 111 ROSAS, dejas cosas muy vivas tuyas en el libro, es que se toca tu piel leyéndote". Gracias, amigo, eso es lo que sobre todo yo al escribirlo perseguía, le respondí.
El 12 de marzo de 2018 escribí aquí:
He pensado otra vez, qué tontería de nuevo, que a lo mejor te gustaría tener un recuerdo de lo mejor mío, mis 111 ROSAS, contigo para siempre.
He pensado, qué tontería, que a lo mejor te gustaría tener un recuerdo de lo mejor mío, mis 111 ROSAS, contigo para siempre.
Hoy es mi cumpleaños. Un porrón ya. ALTO. La FELICIDAD de un escritor sin Nombre y sin Padrino, que arriesga sus dineros en el intento y en lucha por poder continuar escribiendo libros/libros es, yo creo, bien fácil de COMPRENDER. A un escritor -más si se conoce su lucha penosa en el mundillo literario, montado sobre unos contactos que él no tiene-, SI DE VERDAD se le aprecia y en serio se desea su felicidad, aparte de felicitarle el cumple, hay que PEDIRLE su obra, que para eso es la misma, creo, buena, bonita y no muy cara. Es lo MEJOR de mi PERSONA, si es que esta algo te interesa. Y si va a ser que NO, lo mejor es dejarle en paz, en la agridulce ful de su orden mendicante. Yo entiendo a todos/as, por supuesto, y quiero por eso que se me entienda a mí. Así es que ya ANUNCIO aquí, aun a riesgo de no ser bien entendido, que a aquel que ose desearme today
Mañana es mi Cumple. ALTO. La FELICIDAD de un escritor sin Nombre y sin Padrino, que arriesga sus dineros en el intento y en lucha por poder continuar escribiendo libros/libros es, yo creo, bien fácil de COMPRENDER. A un escritor -más si se conoce su lucha penosa en el mundillo literario, montado sobre unos contactos que él no tiene-, SI DE VERDAD se le aprecia y en serio se desea su felicidad, aparte de felicitarle el cumple, hay que PEDIRLE su obra, mis 111 ROSAS, que para eso es la misma, creo, buena, bonita y no muy cara. Es lo MEJOR de mi PERSONA, si es que esta algo te interesa. Y si va a ser que NO, lo mejor es dejarle en paz, en la agridulce ful de su orden mendicante. Yo entiendo a todos/as, por supuesto, y quiero por eso que se me entienda a mí. Así es que ya ANUNCIO aquí, aun a riesgo de no ser bien entendido, que a aquel que ose desearme mañana
¿Te apetece tener un recuerdo mío? Si me pides mis 111 ROSAS, me haces un gran regalo, claro: la ilusión de poder seguir siendo escritor de libros buenos, bonitos y lo otro. Ando ya a 18 pasitos de conseguirlo. Pero también te lo haces a ti, te apuesto lo que quieras. Lo que quieras. Ayudar, echarle una mano a la última criatura de un escritor humilde pidiéndoselo –un libro bueno, bonito y nada caro, diez euritos, envío incluido-, favorecer así la cultura y la literatura sin Padrino ni Contactos, es como darle la mano a un niño, a cuanto hay en él de guardián entre el centeno de las palabras de todos, de tesorero del cofre sagrado de las palabras esenciales. Es además, claro, ayudarse uno mismo, por el afinamiento de la sensibilidad y del entendimiento que un buen libro siempre procura. Va. Humor, aventuras cotidianas, sentimientos a raudales. 10 envío incluido. Personalmente dedicado. Por si te apetece tener un recuerdo mío.
No hace falta recordar a los amigos, a quienes te aprecian y valoran, que un buen libro es siempre, quizás ahora más que nunca, el mejor regalo que se pueda imaginar. Sin ir más lejos el mío, que es, además de bueno, bonito y lo otro, muy divertido.
Envío incluido, va. PRINCIPIOS DEL BOBO: "... El tío, todo serio, le dijo a mis padres: Pequeñito, su hijo lo tiene TODO pequeñito, todo... menos una cosa. Pude ver, mientras me ponía los calzoncillos de algodón, cómo los semblantes de mis padres oscilaron en segundos de la contrariedad a la sonrisa cómplice... para volver de nuevo a la contrariedad. Porque el médico remató la frase delante de mí: "el corazón, tiene el CORAZÓN demasiado GRANDE para su edad. Los ventrículos. Le pueden dar problemas. Me asusté. No sé. Más tarde, descartado cualquier problema serio de salud, me diría, ¿lo ves?, un corazón demasiado grande, ahí perdiste el sentido del HUMOR, compensado, eso sí, por un acendrado sentido del... AMOR. ¿No brota éste acaso sino de un exceso de corazón?...". (pg 11)… "Quien quiera que seas, eres un cabroncete", dijo aquella voz cascada, y después hubo una larguísima pausa recorriendo en vaivén una y otra vez el cable telefónico. "¿Sabes? Mi padre escribió un libro sobre todo eso. Él pensaba, y así me lo enseñó de niño, que la verdad y la belleza, por muy anónimas que fuesen, se abren paso por sí mismas en la vida. Pero esos tipos de las editoriales... ni siquiera te contestan. Entonces..." (pg 111).