En las redes me pidió ella amistad y en las redes yo se la di. O acaso fue al revés, no sé ahora bien qué fue antes, si el huevo o la otra, pues a menudo, igual que Diógenes con el candil, voy buscando yo también a la Persona… y yaque… darle mi arte a conocer. El caso es que al cabo de unos días -me pilló con las manos en la masa, esto es, escribiendo- por privado la buena Señora me entró:
-Hola, José Antonio
-Hola, P
-¿Sí?- le dije
-Sí –me dijo
-Ya está: ¡Te gustaría tener contigo y leer mi “El algoritmo de los besos truncados””! ¿Sí? En tanto que escritor sin Nombre, valgo lo que vale mi última criatura, si no camina esta, muero yo.
-… … Somos un grupo inversor y prestamista que podemos ofrecerte un préstamo en unas condiciones inimaginables.
-… Ah, vaya… Verás, P, yo también soy prestamista… sólo que de ilusiones, de humores y de sentires, con eso trafico yo, y le tengo tanta fe a lo mío que estoy dispuesto a enviarte mi libro y a que lo leas y a que si no te gusta, fíjate, me lo devuelvas y no me lo pagues. ¿Qué me dices, te lo envío, eh?
Pero fue, te lo juro, como si con un robot codicioso e impaciente estuviera dialogando yo, pues de golpe cortó y colgó y fundió P la conversación, de la pantalla me desapareció y en el éter ciberesférico se esfumó. Y con el préstamo de ilusiones, de humor y de sentires en la boca, colgado quedé yo.
SOY ESCRITOR. EL ALGORITMO DE LOS BESOS TRUNCADOS. 152 pgs, 10 e, envío por correo ordinario incluido. Si te gusta, pídemelo aquí o en josemp1961@yahoo.es . Aquí te esperan los paisajes y episodios esenciales de un alma sentimental, acaso la tuya también, un alma romántica… y dulcificada por la ironía y por el cántaro del tiempo. Versos y besos, reversos y rebesos, reveses y timideces, amoríos y achuchones, desengaños e ilusiones, epifanías y adioses, tristezas y alegrías… la vie en rose y la vie en bleu, en blue y en blues, la bellezza en paspartú… Toda la ternura que puedas imaginar tú.
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