Aristóteles: el arte imita a la vida
Óscar Wilde: la vida imita al arte
Woody Allen: la vida imita a la mala televisión
Uno mismo: la vida imita a la telebasura
Repitámoslo, tócala otra vez, Jose, es preciso, es precioso: en el principio, Aristóteles (el Sabio, no el Onassis) dijo que el arte imita a la vida, en el sentido de que, en general, la observa y la recrea. Siglos después Óscar (el Escritor, no el de la estatuilla, no el Ministro) Wilde, casi siempre ingenioso, dio la vuelta a esa tortilla y apuntó que es la vida la que imita al arte, como a veces también así es, gentes que imitan a Scarlata O´Hara o James Dean en sus mejores obras, por un ejemplo. En estas llega Woody Allen, casi siempre lúcido, y en una de sus mejores frases (de las menos cinicorras) radiografía el presente: “la vida no imita al arte, imita a la mala televisión”. Muchísimas vidas imitan ahora… a la Telebasura, discurso dominante hoy (El homo gañanis, la regresión cultural, ver este libro mío), ya apunto yo, que soy nadie.
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