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viernes, 22 de julio de 2016

Las Celebrities, naturalmente, enloquecen con el Pokemon GO

    

   
   Como en involuntaria coda  a lo que ayer aquí escribíamos, leíamos en El Mundo (21-7-2016) la lógica derivada de eso mismo en esta época tan aciaga para la cultura que vivimos: una legión de Celebrities enloquecen ya mismo dándole al tema del Pokemon GO. ¿Enloquecen? Un respeto para los locos, oiga, diríamos, que si son algo las Celebrities, a más de iletradas, es el ser muy cucas. Más que las Celebrities Bobas, en tanto que incultas, serían eso, las Celebrities Cucas. Y como las mismas cucas se arrastran todas ellas ante la estupidez más a la moda, a ver si de refilón algo de popularidad, es decir, de caché, es decir, de parné, les cae.
      Obsérvese bien, cómo son ahora las mismas Celebrities las que, muy calculadamente, pierden el trasero por apuntarse a lo que primero fue un clamorosa iniciativa de las masas. Invirtiendo la lógica elemental, ¡son ahora los referentes sociales quienes burdamente imitan a las masas caprichosas y juguetonas!, como corresponde a una genuina regresión cultural.

   Y es que, al cabo, una misma sustancia esencial pos-socrática compone a Pokemon GO y a Celebrities, un mismo fluido básico les relaciona: la estúpida banalidad… y la caza de la cosa, la captura del éxito como sea.  La Lista de Celebrities yanquis que aportaba ayer El Mundo era apabullante. Un fantasma recorre el mundo, sí, el Pokemon GO, y varios Fantasmones se apuntan hoy con un selfie a la movida, y todos tan contentos. ¿Leer? Un coñazo, decíamos ayer. 


ALFREDO URDACI RECOMIENDA "MIS VEINTE RELATOS DE AMOR Y UNA POESÍA INESPERADA" (ver vídeo abajo)
    “… el segundo (libro) que les RECOMIENDO, es de un autor, José Antonio del Pozo, que uno descubrió a través de Internet y del que nos llega su segunda obra, Veinte relatos de amor y una poesía inesperadaSon relatos que tienen algo de disparatado, pero es que en la literatura de este autor todo es posible, todo se mezcla, desde el Big Bang a la Nocilla, pasando por una aparición de Nicole Kidman en Alcorcón, todo escrito con ironía, con humor y con mucho amor.
   Y, como entonces, ahora a Urdaci yo aquí le digo y le escribo: Muchas gracias. Y yaque, señor Urdaci, le escribo: y claro, cómo no habrían de ser algo disparatados unos verdaderos relatos de amor, ¡no serían tales si no fueran cuales!, ¿no tiene acaso el Amor mucho de divino disparate, de embriagador y desaforado dislate que trastorna y complica (y disparata, eso es) la vida de las personas, que nos hace mejores de lo que somos, y que visto y recreado todo eso con ironía, es decir, con distancia, resulta bien aleccionador? Thank you very much, Urdaci
   Personalmente dedicados. Pídemelos aquí o escríbeme a josemp1961@yahoo.es  Es muy sencillo. 12 E por correo ordinario a la dirección de España que desees; 15 E por correo certificado. Sílbame aquí y te informo sin compromiso. 

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hace años que no me preocupa el hecho de que la gente no lea...libros. Al principio, me enervaba de tal manera que sólo conseguí una amargura profunda y una pérdida absoluta de ilusión en mi trabajo. La amargura sigue ahí aunque con las aristas pulidas; ya no me duele. La ilusión...bueno, ya no sé qué sea eso.

Dedicas el post a este tristísimo tema, da igual que sea la tontería nipona del absurdo Pokemon, podría ser cualquier otra cosa relacionada con esa enorme involución a la que la nueva “ élite cognitiva " ( a.k.a. I.T. Crowd) nos somete día sí, día también. Es inútil lamentarse, vivimos en un mundo dominado por la tecnología , una tecnología que no nos ayuda tanto como dicen. Es un engaño de dimensiones apocalípticas. Ni siquiera Hobbes habría imaginado un Leviathan tan perfecto. ¡Qué ironía!

Quedamos un reducto de “ bichos raros" que llevamos nuestra libertad de pensamiento muy escondida pero no por eso menos libertad. La cantamos en los mejores lugares, de viva voz y con el teclado de un ordenador y proclamamos en los momentos oportunos la gran suerte que tenemos de ser la otra élite: los que descubrimos el mundo con un libro en las manos, libros que nosotros elegimos leer desde muy jóvenes porque tuvimos la suerte de vivir en un mundo “ atrasado" en el que la información estaba en las Enciclopedias de papel, en las bibliotecas, en las personas.

Toda esta gente tiene la mala suerte de no poder acceder a ese mundo. Siento por ellos una mezcla de compasión y desprecio, para mí no hay diferencias entre unos y otros . Creo que son absolutamente incapaces de sentir y vivir la lectura con el escalofrío físico y espiritual que se siente cuando un libro entra en ti y se queda para siempre.

Te dejo uno de esos momentos de lectura de los muchos que he disfrutado. Ese momento en el que el libro entra para no marcharse jamás.
Saludos y aguanta en la barricada.

“ Forzoso fue seguirle, agarrándome como podía. El viento me aturdía. Sentía oscilar el campanario bajo las ráfagas. Me huían las piernas, y debí trepar, a gatas primero y luego de bruces, con los ojos cerrados, mareado por el vértigo.
Al fin mi tío, asiéndome del cuello de la camisa, tiró de mí, y así llegué cerca de la bola que corona el campanario.
–Mira –me dijo–, y mira bien. ¡Hay que tomar lecciones de abismo!"

Viaje al centro de la Tierra. Julio Verne (Cap. 8).

José Antonio del Pozo dijo...

Magnífica aportación, gracias, Anónimo