Ver plantarse a Pedro Almodóvar,
con sus madoffs, su sicav, su Oscar y su inmensa fortuna a cuestas, en la Puerta del Sol alrededor de las
Indignadas gentes de la Spanish
Revolution y trasladarte de golpe a las espeluznantes páginas finales de
“El Perfume” fue todo uno:
“En el primer momento retrocedieron con profundo respeto y pura
estupefacción… Se sintieron atraídos hacia aquel ángel humano del cual brotaba
un remolino furioso, un reflujo avasallador contra el que nadie podía
resistirse… Habían formado un círculo a su alrededor, unas veinte o treinta
personas, y ahora este círculo se fue cerrando. Pronto no cupieron todos en él
y empezaron a apretar, a empujar, a apiñarse; todos querían estar cerca del
centro.
Y de improviso desapareció en ellos la última inhibición y el círculo se
deshizo. Se abalanzaron sobre el ángel, cayeron encima de él, lo derribaron.
Todos querían tocarlo, todos querían tener algo de él, una plumita, un ala, una
chispa de su fuego maravilloso. Le rasgaron las ropas, le arrancaron cabellos,
la piel del cuerpo, lo desplumaron, clavaron sus garras y dientes en su carne,
cayeron sobre él como hienas.
…En un tiempo muy breve el ángel quedó partido en treinta pedazos y cada
miembro de la chusma se apoderó de un trozo, se apartó, e impulsado por una
avidez voluptuosa, lo devoró. Media hora más tarde, hasta la última fibra de él
había desaparecido de la faz de la tierra.
… Y se extrañaron de que les hubiera
resultado tan fácil y de que, a pesar de su turbación, no sintieran la menor
punzada de remordimiento. ¡Al contrario! Aparte de una ligera pesadez de
estómago, tenían en ánimo tranquilo. En sus almas tenebrosas se insinuó de
repente una alegría muy agradable. Y en sus rostros brillaba un resplandor de
felicidad suave y virginal… Estaban extraordinariamente orgullosos. Por primera
vez habían hecho algo por amor.”
Si acaso añadirle al tétrico cuadro
un último y estremecedor grito… ¡Peeedrooo!
, brotando en la desgarrada garganta de Penélope, que por allí también
andaba, como cuando el Oscar y la
legión de santos protectores que entonces blandiera el
muy pesado crack.
Post/post: gracias a Fernando, a el Burladero, a José Antonio, a Winnie0, a CSPeinado por dejarme sus comentarios, por bloggear a mi lado, además de atender a los suyos, que son magníficos, -se lo agradezco un montón-, a los anónimos les pediría sus argumentos, no su insulto, y su respeto al blog, a todos quienes me leen GRACIAS.