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miércoles, 22 de agosto de 2012

Carta de un niño al mejor maratoniano de la Historia, Jorge Verstringe



    
    Hola, Jorge, me llamo Tasio. Tengo diez años y vivo en Hernani. No sabes todo lo que yo te admiro, Jorge. No sé cómo puede el mundo entero desconocer que eres sin duda alguna el más completo maratoniano de la Historia. Solo en La Noria vestida de seda de Tele 5 reconocen tu grandiosísima valía. La de kilómetros que no llevarás tú sobre las piernas recorridos. Te escribo también porque no quiero que se me olviden del todo las incomparables distancias que llevas ya abiertas en tu más que olímpica trayectoria:
     
   Cuando por primera vez te vi yo correr lo hacías como látigo justiciero en el equipo de Manuel Fraga contra los atletas del socialismo. Contaba ya la leyenda entonces de ti  que habías corrido antes en un club de la extrema derecha. Tu porte atildada y como wagneriana de entonces daba pábulo a esas habladurías. La leyenda, Jorge, cobró visos de realidad cuando un figura del socialismo español en público te nominó “nazi corrupto”, escocido sin duda por tus victorias contra ellos en los certámenes del caso Flick. ¡Estos oídos míos que se han de comer la tierra escucharon un debate, Jorge, en el que te acusaron, sin que protestaras mucho tú, de acudir, acompañado de otros y armados con bates de beisbol todos, a las paradas de los autobuses… a apalear obreros!
      Fue a partir de ahí cuando sobre todo empezaste a correr de lo lindo, que Forrest Gump a tu lado es un bobo solemne sin dos pasos, que la Larga Marcha de Mao es cosa de parvulitos ante las latitudes que llevas tú cubiertas. Cambiaste de equipo, o Fraga te expulsó cuando intentaste hacerle la cama, y ya proseguiste imparable una galopada que no cesa. Mendigaste la entrada en el equipo del PSOE. Te dieron el dorsal y el carnet, creo. Les darías tú a cambio toda la información que tuvieras… Pero sólo te dieron el carnet, Jorge, sólo eso. Se avergonzaban de contarte entre sus filas. Harían sus sondeos de opinión… No premiaron tu esfuerzo. Mendigaste entonces ingresar en Izquierda Unida… En vano, tu nombre, tu leyenda, para nada les interesaban en sus filas.
  Y con el nuevo rechazo venga a acelerar y acelerar ya en tu huida sin final: pum, pum, ¿en los sindicatos? nada, tampoco te quieren, corre, Jorge, corre, mendigar de nuevo la aceptación, cada nueva puerta más siniestra que la anterior, en los más radicales grupúsculos de la Extrema Izquierda (filoetarras abertzales, anarquistas, ultracomunistas, okupas, fanáticos islamistas)… jobarse, Jorge, lo que debieron reírse de ti esas gentes, aunque algo de caso sí te hicieron ellos, apreciaron tu sincera y entusiasta adhesión a sus verdades, cómo te encendías defendiéndolas, y que podías tú a cambio conseguirles cositas en la Universidad, de la que eras profe, corre, Jorge, corre.
    
    Casi te perdí un poco luego la pista, Jorge, hasta que eclosionaste de nuevo como flamante… ¡asesor militar! del Coronel Chávez, madre del Amor Hermoso, qué equipo ahora te agenciaste. Dice la Wikiwiki que el Ejército chavista te compró 30.000 ejemplares de tu soberbia obra “La guerra periférica y el islam revolucionario” ,y  más que nunca apresuraste ahora el paso, Jorge, a la carrera tus vivos panegíricos del islamismo ayatólico y de sanguinarios terroristas. Y bueno, por supuesto, la alabanza de los Indignados, la talmúdica llamada tuya a la Spanish Revolution, la execración de los genocidas USA, qué carreron… hasta llegar a La Noria vestida de seda de Tele 5, en el prime time los sábados, qué nivel, qué meta, ya digo, los únicos, junto a Chávez, que le hacen justicia con suculento emolumento a tu bárbara trayectoria.
    
    Escucha: no sé di debes seguir dándole y dándole a los maratones, Jorge. Puede que acabes entonces cerrando el círculo terráqueo y que vuelvas al  rosebud filonazi de tus principios. Descansa un poco, por favor. Y nada, que te admiro muchísimo, aunque yo, querido Jorge, ni siquiera poseo una triste medalla mía que ofrecerte. A lo más esta carta, que, eso sí, espero que mucho te guste.


Post/post: gracias a Inmaculada Moreno, a Fran, a Anónimo, a BEGO, a Mónica, a MAMUMA, a María Yunia Inca, a Norma, a NVBallesteros por poner su propio remite a la carta, por bloggear ayer a mi lado, GRACIAS.
        
  
  
    

lunes, 13 de agosto de 2012

Maratón del blog


  
    Terminan con el Maratón las Olimpiadas. Esa tropa de famélicos atletas dejándose el resuello y la salud sobre el pavimento, en memoria del mítico Filípides, primer maratoniano de la Historia, para cumplimentar corriendo la distancia inhumana, sólo por comunicar al mundo la victoria, qué victoria, Filípides. ¿Conoces, lector,  un solo maratoniano famoso? La celebridad es glasé y píxeles de oropeles solo al alcance de los velocistas, tan macizos ellos, tan fotogénicos, tan sobrados de arrumacos para las masas adoradoras. Como los Actores, como los Escritores más renombrados y exitosos.
    Los maratonianos se conforman con llegar a la meta y casi morirse allí. Es lo suyo correr por correr y nada más que correr, a ratos radiantes y como sin esfuerzo, a ratos amargos y con punzadas de flato, el  irse poco a poco licuándose en su propio sudor, en su propio dolor, hasta quedar en los huesos al fin. Una maratón es toda una alegoría barroca de la existencia humana.
    
    ¿Te has fijado, lector, que a veces les dan a los maratonianos, exánimes como supervivientes de una catástrofe al llegar a la meta, unas mantas térmicas similares a esas brillantes en las que envuelven a los fallecidos en los accidentes?  Y sin embargo se sospecha también al verles, tan perseverantes a pesar de todo, tan obstinados, que encuentran ellos su verdadero premio, el que colma su corazón generoso y ensanchado por el propio esfuerzo, sencillamente en eso, en correr, en ir con sus pasos cubriendo y midiendo tantas distancias como sus cuerpos menguantes les permitan.
  
    La soledad del corredor de fondo, cuántas veces se habrá dicho, y con qué profunda verdad no obstante. Bueno, a veces gente también sencilla y nada glamourosa se detiene un instante, corre un tramo con ellos y les anima a su paso. Así quiero yo el blog, lector. Escribir, escribir la vida que encuentre a mi paso, escribir. Escribir con los dedos y sobre el Aire, sobre este aire ciberesférico, tan alto y tan bajo a la vez, que no alcanza a ser jamás Viento que en sus alas te lleve. Escribir sin esperar ya nada. Y menos que nunca en Agosto, en vacaciones, cuando Todo convoca a cualquier ventolera urgente que no sea la árida escritura.   


Post/post: gracias a hawai05, a Tecla, a MAMUMA, a Hacia el colapso, a Winnie0, a NVBallesteros, a misael, a Euclides, a Isac Ramón, a Josevi Oliver por hacer más redondo este blog, por bloguear ayer a mi lado, GRACIAS