Oh, lá, lá, que la española doblegó anoche también a la francesa, que nuestros petites garzones les dieron sopas con hondas futboleras a los Bigardos Galos, que más vale maña que fuerza, oui. Y claro, toquémosla a lo Bogart again: como no es cosa que todos los días pase, hay que escribirlo. (Lo que todos los días pasa, que es lo en verdad difícil escribir bien, sería lo que hay que escribir, pero esa es otra historia… que en mi TRILOGÍA DE LAS ILUSIONES puedes paladear). El caso fue que primero Lamine Yamal y poco más tarde de nuevo un milagroso Olmo, con algo de minúsculos Davides de simples hondas pertrechados ambos en las trazas ante los tremendos Goliaths franchutes, con certeros cantazos en entrecejo sus delirios de grandeur derribaron. Oh, divina parábola por la misma escuadra primero; ah, mágica filigrana orientada después, esas dos hondísimas hondas. Mordieron polvo los franceses. Más el hipnótico baile con el balón de allá para acá con que les encantaron y desencantaron los nuestros. España dio anoche una gran lección de juego y de savoir faire a Francia ¡Bravos! Descartes, anote, si vous plait: España derrota a Francia. Piénselo, que existe.
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