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domingo, 24 de junio de 2012

Tantas cosas que decirte


   

 Laburé, laburé y laburé de lo lindo, y del todo exhausto, como en una penúltima providencia que dictara ese dulce sopor, llegarme al blog y decirte: aquí me tienes lector. Cuéntame lo que tengas a bien. Sabré escucharte, te lo prometo. Tomemos ahora juntos un café (lo que a ti te guste). Tantas cosas –que ya tú de corrido conoces, pero no otro es el misterio de la Amistad- que decirte: que ganó la selección (quién convence a cuantos engalanan su terraza con la española, que su gesto en nada influyó), que Consuelo Ordóñez se plantó ante el etarra que mató a su hermano (también por defender con la vida la española): “Ni olvido, ni perdono”, que estamos con ella, claro, que entre fiestorros multitudinarios pasó la Noche de San Juan (las imágenes de un país sumido en la más trágica angustia, ya), que el juez Dívar, con sus extravagantes viajes a Marbella a cuestas, dimitió… ¿Marbella, he dicho? 
   
   ¡Horror! Ha de ser el cansancio, lector, lectora mejor dicho, -me entenderéis ambos-  que me impide afrontar otra tarea que no sea… ¿Terminaste ya tu bebida? Pues, toma ahora mi mano y canturrea bajito conmigo, que se ve que la fatiga ganó ya todas mis defensas y arrumbó mis coartadas, que sólo me apetece ya, lector, mejor dicho, lectora mía, -me comprendéis ambos- ponerte esta canción, penetrar su melodía pegadiza, bailotearla un poco al lado del ideal combinado español, de Consuelo Ordóñez, de su verdad, de los adormilados sanjuaneros que sabrán disculpármelo, a tu lado sobre todo, que la cantemos tú y yo a pachas, sí, y pueda así el bloguero hortera -¡a los cincuenta! estoy en verdad perdido- en lo más dulce un poco adormecerse: te envío poemas de mi puño y letra, te envío canciones de cuatro cuarenta, yes.
  
Post/post: gracias a Xad Mar, a Fernando, a NVBallesteros, a Eleonora The Light por mejorar con sus comentarios este blog, por bloggear ayer a mi lado, GRACIAS.

sábado, 23 de junio de 2012

Pascual Sala se-pasa-el-día-bailando



    
    Persigue a Don Pascual Sala, presidente eximio del TC, toda una profusa leyenda empeñada en hacer de él un muy diestro bailarín. En públicas ocasiones llegó incluso a mostrar su consagrada pericia. Acaso convenga entonces revisar ya uno de los Mitos Fundacionales de la Santa Transición: propongo yo en esta hora desbancar como Musa Oficial de la Movida a Alaska y promover para la cúspide de ese trono a Don Pascual. Ni el malogrado Patrick Swayze en Dirty Dancing podría superar el contoneo superior de Don Pascual, esa inacabable hoja de servicios bailándole siempre el agua al mandamás de turno del socialismo finisecular y postmoderno… que lleva Don Pascual ¡treinta años! sin dejar de darle alegría al cuerpo de la Macarena socialista.
   
    Bailó con los lobos del GAL (uff, aquellas tibias, aquellos peronés) al dictado de Felipe G, bailó con la ilegalización de Batasuna, cuando así al PSOE convenía (la coctelera agitando, llena de soda y vermuth, sí), bailó desde su alto rango en el CGPJ y en el Tribunal Supremo sobre la interminable ristra de las corruptelas socialistas, asordinándolas, (mueve la cabeza, mueve el esternón, mueve la cadera siempre que tiene él ocasión), bailó al servicio del testamento político de Zapatero legalizándole Bildu, (los huesos desencajados, el fémur muy dislocado ya, claro, tanto baile), en fin, remata ahora su bailoteo de albacea blanqueándole in extremis a Sortu (¡cuatro años para la sentencia del Estatut, insólita y crudelísima bronca pública de De la Vega a la Cenicienta pareja de baile por entonces en el TC incluida; sólo unos meses ahora para decidir sobre el brazo político de los criminales!), vale decir, se marca ahora –a sus 77 junios- un apretadísimo agarrao con los filoetarras y sus txapotes, pues ni ETA se ha disuelto, ni ha entregado las armas, ni han sus teóricos condenado su macabra historia asesina.
    
    Bailando, que es que se pasa los siglos Don Pascual bailando…  (el cuerpo muy mal, pero una gran vida social… y socialista)… bailando… y escupiendo de lado sobre la tumba de muchos muertos. ¡Qué dancing más dirty el suyo, Don Pascual!




Post/post: gracias a marinamarineando, a Pelayo Martín, a CharlandoUnPoco, seguidores ya del blog, y gracias a  Ruiz, a Juan Carlos, a Norma -muchos ánimos-, a Mari Paz Burgos, a MAMUMA, a Hawai05 -nada de reticencia,al contrario-, a Juante, a Sonja, por además de mantener sus estupendos blogs, gastar su tiempo en enriquecer y engradecer este, que es también suyo, por bloggear todos ayer conmigo y dejarme la prueba de su cercanía, GRACIAS.

viernes, 22 de junio de 2012

Del increíble sucedido entre Rosa B y Jorge J en el Sálvame


   
     
  Más doloroso aún resultó asistir al por otro lado bien elocuente diálogo –todo un dictamen moral del Reinado de la Mugre- que ambos Artistas en público desarrollaron:
   
    -“dime una cosa, Rosa, ¿tú eres una mujer metafórica?” (a sabiendas de la transcontinental ignorancia de la Diva la inquirió el muy mamón zorro. La Diva torció en este punto los morros).
    - “¿y eso qué es lo que es?” (respondióle de un tirón y nada azarada la Diva, sin perder la compostura delante del zorro mamoncete, que empezó a troncharse).
   -“tu di que si, tu di a todo que si” (entre risas el avieso zorro le aconsejó, desdoblándose en aúlico asesor de la Rosa, como ensañándose con la boba en la propia superioridad libresca).
  -“¡Noo-o-o-o-o… porque yo quiero saber lo que tú me estás preguntando!”, protestó entonces ella con tablas, sin lo más mínimo ruborizarse.
   -“¿Y a ti qué te parece la gente del mundo literario?”,  con esa larga cambiada, que era un tramposo capote, dio el pérfido zorro la larga cambiada… ante el que la Rosa, claro, con ancha sonrisa cómplice sobre el rostro ahora, embistió. Hizo primero un silencio… que aumentó la general expectación.
  -… ¡que son muy raritos!, sentenció entonces la Diva, como si fuera el asteroide del Sálvame el canon de la normalidad, tanto física como éticamente hablando. La gente rió la gracia y en efecto, en aquel contexto, que era, no lo olvidemos, el de la máxima audiencia pública, tenía el diagnóstico de la Rosa valor de ley: los raros son los literarios.
  -“¿por…?” estiró el astuto raposo la cuestión.
  -“porque siiií, …. a ver, es que… están tan metidos en su historia, que luego no saben cuál es la Historia”, y con esa pasmosa revolera sobre la Dialéctica entre la Intersubjetividad del Individuo en relación con el despliegue Fenomenológico de la Objetivación de la Razón Histórica en el contexto de las sociedades Postmodernas, al personal del estudio, al taimado Jorge Javier, al Principito y al zorro de Saint-Exupéry si desde algún lugar pudieron escucharla también, a uno mismo, a todos nos dejó petrificados la Diva Benito. Hosanna, Rosa B.



Post/post: gracias a Ruiz, a Jackie, a Juante, a Juan Risueño por leer la rosa y su espina conmigo, por bloggear ayer a mi lado, a Stark24, a Horny brunette amteurs, seguidores ya del blog, augüita clara todos para seguir yo escribiendo,GRACIAS.

jueves, 21 de junio de 2012

La Rosa y el Principito de la Telebasura


   
   Leemos así en labios de “El Principito”: “Es a mi rosa, entre todas las del mundo, a quien he regado. Es a ella a quien abrigué bajo el globo, a ella a quien protegí del hielo… Es mi rosa”. Y más abajo el zorro del libro le enmarca al niño la irreprochable lección moral: “Es el tiempo que has perdido en tu rosa lo que hace a tu rosa tan importante… Eres responsable de tu rosa”.
   
    De parecida manera nuestra Rosa Benito, esa niña, con la rosa de su libro en la mano, triunfadora de la Feria, pasó la otra tarde por el turbio asteroide de su programa en Tele 5 a promocionarlo. La esperaba allí, como al Principito, otro zorro, sólo que era este acaso el más malevo zorro de la zorrería. Organizó para ella allí un espectáculo en verdad dantesco. Mano a mano a una mesa de lujo ambos se sentaron, con sendas columnas de ejemplares del libro de marras flanqueándoles, como si de los mismos Vargas Llosa y Carmen Balcells se tratara.
    
   Como ganado vacuno movilizaron a todo el público del estudio, en hilera cuartelera les enfilaron, hasta con fingido entusiasmo en el cuajo les dispusieron, prestos y radiantes cada uno de ellos a recibir el libro y el autógrafo de su Rosa. ¡Cuánto hay que aborrecer a las personas para mangonearlas en prime time de esa manera! 
   
   Sin embargo, lector, lo más desolador del caso estaba áun por acontecer. Pásmate mañana a mi lado, házme tú esa merced y que no sea así para el muá el trago de la Rosa despreciada tan amargo. 


Post/post: gracias a MAMUMA, a Winnie0 y a Bego por aspirar la rosa conmigo, por bloggear ayer a mi lado, GRACIAS.

miércoles, 20 de junio de 2012

Una rosa y un libro, el de Rosa Benito


    
    Y la rosa se me adelantó, normal. Rosa Benito, esa rosa del Sálvame, vió antes que yo cumplido su sueño: le han publicado a ella su libro. ¿De recetas de cocina, con la ayudita de un chef? Y qué, si sobre eso se pueden también escribir muy divinas delicatessen. Además que, aunque ya lo había presentado en las pasadas navidades, estiró ella la impronta de su poderío escritor y como una Reina triunfó todavía en la reciente Feria del Libro. Las masas populares es que se agolpaban jubilosas frente a su chiringuito. Hasta el Japón conoce ya la versión de esta rosa.
   No creas, lector, a mí no me parece nada mal que Rosa Benito por todo lo alto reine en la Feria. Que les dé allí sopas con hondas a esa panda de importanciosos Escritores Profesionales, Superprogresistas casi todos, que dicen con su alma entera aborrecer el Mercado y la libre economía, y que  humillan luego de lo lindo el morrillo ante la Industria, como muñecotes de caseta a quienes la plebe allí incluso osa lanzar pullas como bolas de trapo, y que, eso sí, no olvidan jamás pillar su buen cacho del perol. Rosa Benito ganó el lío ese de “Supervivientes” y ahora se pasa por la piedra a los Consagrados Autores en la Feria. Reallity shows ambos, triunfante la Rosa, no la toquemos más.
    
   Óyeme, Rosa Benito, delicada flor de nuestras vidas, perpetua rosa de todas las estaciones: ahora que arrasan los libros de pornografía para mujeres casadas, me ofrezco yo a ser tu negro. Como lo oyes. Yo, esta nada bloguera, tu negro. Pongo desde ya a tu capricho el mango contumaz de mi escritura. Mira, me cuentas tú cuatro batallas de la isla aquella y, en menos que canta un Jorge Javier, te pormenorizo yo el best-seller del año, con las idas y venidas, las metidas y sacadas, las felaciones y las porculizaciones que se tercien con Montalvo, con Leticia Sabater y con el Gorila de la isla, si es el caso y es lo que los mandarines de la Industria Cultural tienen a bien ordenar.
   Que además te digo: eso del sol y las olas, de la ardiente playa, los cocoteros en flor, el viento del mar y las hamacas entre palmeras ondulantes bajo inverosímiles crepúsculos fucsias, son escenario muy sugestivo para las mayores aberraciones del Deseo desatado. Y podría yo ahí desarrollarte pero que unas muy vibrantes fornicaciones.  Quedo pues ya, besando tus pies sin espinas, a lo que tú me mandes querida Rosa Benito. Sálvame tú un poco, anda, rosa de todos.
  
  
Post/post: gracias a Mónica, a Tamara, a Jorge Godoy, a NVBallesteros por buscar amapolas with me, por bloggear a mi lado ayer, gracias también a Anabelmis por hacerse seguidora del blog, oxígeno puro todos para seguir escribiendo, GRACIAS.
ROSA BENITO FIRMA LIBROS por Lydia_ClubdeFans

martes, 19 de junio de 2012

Buscando amapolas en el mar


   
    Así es que, lector, héteme aquí, como Massiel, como Aute, buscando  también yo rosas en el mar, las Flores del Bien, sólo que aquellas rosas de entonces son  mis amapolas de hoy. La amapola es a la rosa, lo que el románico al gótico, todo lo que va de una flor elemental a una flor sofisticada. Por supuesto la Rosa es… la Rosa, tiene bien ganado su prestigio y conviene no tocarla más, nos  lo dejaron bien claro  Rilke y Juan Ramón. Ningún afán más consecuente además para un bloguero sin nombre que perseguirle el vuelo a las fragilísimas amapolas. ¿Qué es un blog cualquiera sino una rutilante amapola que de forma espontánea le ha brotado al descampado de la Ciberesfera? ¡Cuántos de ellos se tronchan y malogran cómo éstas a las primeras de cambio! Y si crecen las amapolas sobre todo en las cunetas de las carreteras, así los anónimos blogs, que pululan por los márgenes de los olímpicos senderos de la literatura editorial.
   
    Las rosas en el mar de Aute&Massiel venían a ser el símbolo de la Utopía (personal y social al tiempo, es decir total, … y totalitaria, claro), de su peliaguda búsqueda en la España de entonces. También yo buscaba, entre un millón de almas, esas rosas por entonces: inmensa explanada de la Universitaria en el 82, George Moustaki, Paco Ibáñez, Miguel Ríos, Serrat, Aute, Leguina, Tierno Galván, todos a una recolectándole las rosas a Felipe y al Cambio. ¡Cuánta ignorancia buenrrollista me adornaba –hablo sólo de mí, que conste en el acta de acusación- entonces!
  
    Hoy sólo busco ya amapolas. Me pateo, cuando puedo, las umbrías de los jardines y parques municipales en su pesquisa. También las piruletas, que sólo las jóvenes con sus labios tiñen de un rojo rabioso y lanzan luego debajo de cualquier banco, hacen revivir en mí el vuelo de aquella utopía, que hoy pour muá sólo puede ser personal y adquirir una forma libresca. Pues sabrás, lector,  que como Luther King tuve esta noche un sueño: voy a escribir un libro. Un libro cuyas hojas, cuyo alma, claro, tengan la suavidad misma de las amapolas.
  
Post/post: gracias a Mónica por amapolear conmigo ayer, por bloggear a mi lado, gracias también a Garatxa y a RamOn VP, seguidores nuevos del blog, oxígeno puro los tres para espolearme a seguir escribiendo, GRACIAS.

lunes, 18 de junio de 2012

¿Adónde volaron las amapolas?


      
    John Ford, la memoria de sus secuencias más líricas, tan frescas a pesar de ser ya bien antiguas, me inspiraron de nuevo – en esa especie de sesión continua, a despecho de la posmoderna existencia, que se rompe en mil fugaces instantes sin sentido ni concierto, que uno en vano le busca a la vida- un apremiante deseo por volver a contemplar las amapolas del descampado de mi barrio que a mi modo te canté (post mío de 21-5-12), el clamor de su color arrebatado. Llegué al semáforo, que estaba en verde.
   Era igual, pues a esas horas tempranas por allí nadie circula. Detuve el coche. Busqué ilusionado el punto de fuga que ellas el otro día llenaban… Ni rastro de ellas ahora. Me bajé entonces, como si de un alto de la Diligencia me apeara, inspeccioné ese suelo, pateé ese edén imaginario, esperando al menos descubrir las corolas por allí desparramadas, como finísimos rubíes entre la maleza… Nada. Esfumadas las amapolas, desaparecidas, por completo disipadas. El hueco intolerable de su ausencia. También los hierbajos verdes que las daban soporte raleaban y aparecían agostados ya en junio. Un erial en fragmento ante mis ojos fordianos.
    
   Será normal, será que es todo así de fugitivo y gaseoso, pero no dejó la novedad de contrariarme. El sesudo analista político que en mí habita encontró en el matinal desencanto toda una alegoría de mucho mayor calado. Fue él quien me sermoneó entonces: “Sí, miré los muros de la Patria mía, si un tiempo fuertes …ya de las amapolas abandonados… Frau Merkel, España está lista para ser intervenida”.
   Sólo el dudoso poetastro que también a veces me recorre puso a salvo mi desconcierto. Como un ángel no esperado, me susurró él bajo la bóveda soberbia de la mañana estival: no han desaparecido tus jodidas amapolas, so bobo… Como las aves, es sólo que han volado ellas en busca de más suaves climas, allá donde puedan, como bailarinas encarnadas, en toda su plenitud deslumbrarse y deslumbrar. Y si te hubieras levantado justo al despuntar del día, bloguero camastrón, hubieras podido ver, atravesando los cielos aurorales, el vuelo en bandadas de los cálices emprendiendo su viaje de supervivencia, ese remonte de purpurados pétalos pintando a trallazos de rojo la amanecida y los horizontes, y hubieras tenido delante de ti entonces, indolente bloguero, muy abundante acopio de belleza, a tu alcance  para tus contumaces poessías,  y así podrías...       
    Le interrumpí yo entonces al ángel, ¡vale-ya!, que para eso habría que ser John Ford. Y eso son ya palabras mayores.



Post/post: gracias a Shikilla, a Mónica, a Winnie0, a MAMUMA, a NVBallesteros por su gentileza en johnfordear conmigo incluso en domingo, por bloggear ayer a mi lado, GRACIAS.
    

domingo, 17 de junio de 2012

John Ford, total ná


      
   Pues eso, lector, que pongo John Ford y nada más escribirlo me digo: alto ahí, bloguero, dónde vas tú. Es verdad, qué podría yo decir. Recorrer todo lo más de memoria los títulos de su obra grandiosa, que sólo con ya enunciarlos maravillan: La diligencia, El hombre que mató a Liberty Valance, Qué verde era mi valle, Las uvas de la ira, Pasión de los fuertes, El hombre tranquilo, La taberna del irlandés, Centauros del desierto, Río Grande, Fort Apache, Misión de audaces, El delator, Río Arriba, La legión invencible… Me digo, mejor, bloguero, por hoy déjalo. (Como si John Wayne también desde algún lado me dijera “yo que tú no lo haría, forastero”)
   
    Durante cuánto tiempo la culta progreparla lo detestó. También John Ford era un fascista. Además, qué mejor día que un domingo para eso, teclear John Ford, revivir por dentro la dimensión eterna de su arte, y darle las gracias en las alturas a él y a quien corresponda. Tiempo habrá, I suppose, para recrear a mi manera la incomparable Opus fordiana.  ¡John Ford es el Cine!


Post/post:gracias a Shikilla -gracias por seguirme-, a Xad Mar, a elena, a Trecce, a Antonio Montes, a MAMUMA, a Juan Risueño, a Vicente Rubio, a Charo y Roy -olé-, a La sonrisa de Hiperión por dejarme su tiempo, por cantar conmigo esos Fields, por bloggear ayer a mi lado, GRACIAS.