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jueves, 7 de junio de 2012

Absoluto Deseo del Rey Juan Carlos


    
    No sé, lo de las querindongas reales me parece fatal, y tantas regalías florecientes que vemos tan censurables, pero entonces, justo en esa situación, deseé que el Rey Juan Carlos por un instante fuera Monarca Absoluto, que recuperara las regias prerrogativas que hacían de sus antepasados Dueños y Señores de vida y hacienda de los súbditos, y que ordenara allí mismo dar a tamaño botarate cuanto castigo mereció su incalificable afrenta. Deshollarle allí mismo y colgar luego su melón de un balcón del Palacio Real, medirle el lomo a vergajos hasta desangrarlo, crujirle a base de bien en un potro los fémures, sí, uno de esos castigos medievales con creces se ganó el gringo cenutrio. Al cabo la silla eléctrica, que tanto recomiendan ellos, acaba demasiado pronto con la vida del reo, para dejar sólo ahí el galardón que a pulso el bobísimo gobernador de Florida en audiencia pública se ganó.
   Pues ¿no llega acaso el yanqui cenutrio y a boca de jarro, sin saludar ni dar muestra alguna de respeto a la figura de un monarca, va, y al mismo Rey de España, todo jaranero le espeta: “Quiero que me cuente. He montado en elefantes pero nunca he disparado a ninguno”, mentando así, nada más tenerle delante, la soga en casa del ahorcado, hurgándole en ese modo la herida más dolorosa y aún abierta en canal, añadiendo al vinagre de la burla el escándalo de la propia superioridad moral? ¡El gesto de demudado chasco que se le va formando en el rostro al Rey!
   
    ¿Acaso detiene el muro del cortés desdén al obtuso tocinero? ¡Ni por dedazo del Tío Sam! El zangolotino pingüino impulsa jacarandoso el vaivén de su columpio: “Ella sufrió la persecución de un elefante… Estábamos en un jeep, y los elefantes nos seguían…”, y la pingüina es que se dobla ya de la risa delante del Rey de España. “¿Sí?”, aún concede el Rey Juan Carlos, puede que para sus adentros cavilando… “y qué lástima que aquellos elefantes no os aplastaran entonces cien veces el cráneo, mamelucos”. “Le hubiera necesitado en el jeep conmigo”, se anima, con osadía increíble, a rematar la coña la señora gobernadora consorte. Pobre Rey Juan Carlos ahí, pensé de verdad al verlo, tener que sin pestañear, siendo Rey, soportar esta astracanada. Piénsalo lector, ¿acaso lo aguantarías, simple ciudadano, tú?
   Con habilidad sortea el Rey la grosería, saludando al embajador allí detrás presente. ¿Contendría esa finta el palmoteo del mentecato gobernador, le haría al menos recapacitar y un poco sosegarse? ¡Ni por la gloria de Abraham Lincoln!, que está el albino copito más lanzado que el general Custer cuando aquello. “¿Cómo se rompió la cadera, iba andando?” le inquiere. “Por la noche, levantándome de la cama”, confiesa casi en susurro avergonzado el Rey, a ver si  es que con eso se calla ya el mentecato. A la señora gobernadora entonces, al oir todo eso junto –noche-cama-elefantes que me perseguían-, embobada en esa trompa ahí levantada, se le escapa una risotada propia solo de una histérica. 
    
   ¿Callarse? Ni la Santa Inquisición arrancándole a lo vivo la lengua haría callar al bienhumorado majadero. “¿De verdad? Pero usted necesita una historia mejor, que estaba preparado para disparar algo y se cayó…”, y abre y reabre todo ampuloso los brazos en presencia del Rey, como si fuera él ahora el Emir, y el pobre rey de España la Scherezade de las mil y una noches que el señor gobernador de Florida ahí mismo expande.
   Suerte al cabo, Majestad, que el ínclito lerdo es miembro del Partido Republicano, pues, de haber sido demócrata, ya habrían encontrado las gentes del Progreso nuevo Héroe a quien alabar en artículos, películas, canciones, en su vasta propagandística, vamos. Oh, Majestad, cómo deseé que ahí mismo hubiera podido Usted enviar al zoquete éste, como poco, al penal de Guantánamo.
       
Post/post: gracias a Zorrete Robert -estupenda la anécdota del San Juan-, a Belkys Pulido, a Begoña Roldán, por hacer este blog ayer conmigo, por bloggear a mi lado, GRACIAS.

11 comentarios:

Ya no vendo mi alma al diablo dijo...

Las amigas del Rey comienzan a ser un culebrón. Pero no creo que estemos en condiciones de dar lecciones de moral.

Al que si que debieran darle un par de lecciones de saber estar es al ínclito americano, incapaz de percatarse de lo impropio e inoportuno de la conversación.

Sds

Sds

mercedespinto dijo...

Hombre, está claro que el gobernador de Florida no tiene ni idea de cuáles son sus funciones políticas ni ha conocido la más elemental educación, pero es lo que tiene ser algo, que luego te dicen que lo eres.
Me alegra volver a leerte.
Un abrazo.

Anónimo dijo...

Hola!!
visiten esta blog que es una porqueria es re aburido no entren, hagannme caso , NO ENTREN
http://adelelaurieoficial.blogspot.com.ar/

Maripaz dijo...

Jajajaja, Jose Antonio, que bien lo cuentas... ya me gustaría que lo leyese el señor gobernador y su esposa para que aprendieran la lección.
Por cierto, hacia tiempo que estaba un poco alejada de la blogosfera y no visitaba tu rincón, por eso ha sido un placer poder leer tus críticas de cine maravillosamente estructuradas. Soy cinéfila empedernida. Muchas gracias.

Lectora dijo...

:DDD, creo que lo tendré que leer varias veces de lo bueno que es.

Ya le digo, últimamente estamos soportando demasiado choteo entre una cosa y otra, a lo mejor es que andamos susceptibles no se, pero yo fue ver ayer el nuevo anuncio de Coca-cola y rechinarme los dientes.

Maripaz dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Trecce dijo...

Hay que conocer un poco la mentalidad norteamericana, a ellos todo esto de las monarquías y estas mandangas les suena a chino, aún recuerdo a Michelle Obama pasándole el brazo por la espalda a Isabel II en plan coleguilla y la británica aguantando el tipo.
En todo caso será un fallo de protocolo de los asesores del yankee.
A mí me parece que todo lo que le ocurra al Rey es poco, se lo ha ganado a pulso y para vergüenza de algunos de nosotros, encima nos representa.

Maripaz dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Maripaz dijo...

Perdona,he repetido el mismo comentario tres veces. Tengo el ordenador un poco chungo.

Unknown dijo...

La verdad, últimamente no podemos presumir mucho de lo que a la casa real se refiere, pero cuando vi a este imbécil vacilar al Rey me dieron ganas de darle un patada en sendas partes.
Buen articulo
saludos

César dijo...

Los americanos parece que se regodean enviándonos la élite de la grosería; no obstante encuentro más deleznable al ínclito hermano de Bush recochineándose de los infinitos beneficios que para nosotros (y los países que interviniesen, supondría la guerra, y no quiero hacer de esto un comentario político).
He leído con una sonrisa y también he odiado, gracias a tu descripción, al bastardo gobernador, pero honestamente y con toda cordialidad, creo que sobra el estrambote del "progrerío".
Saludos.