Comparar al Big Faisán con Little Carmona, el valiente opositor –José Carlos Carmona- que le ha salido a Rubalcaba para disputar las primarias zetapeicas, es ciertamente confrontar el Todo con la Nada. ¿La Nada? Rubalcaba, of course. Treinta y cinco años en exclusiva arracimado a esa droga dura que es el Poder, esa ilusoria sombra de majestad sobre los demás que a la postre, a la vuelta de traiciones y de conjuras sin cuento, sólo en vanas cenizas o en crueles chistes y en amarga soledad siempre se resuelve. Acaso intuyéndolo, y proyectando así la íntima desazón de su propio vacío, bromea por eso don Alfredo con la canción de Amaral, Sin ti no soy nada. En efecto, dejando a un lado su más que vistoso plumaje ¿qué ha sido Rubalcaba –y tantos otros-, descontada su brutal pulsión hacia el Poder?
Se le ha puesto enfrente un hombrecillo gafudo, feo, bisoño, de vocecilla atiplada, uno de esos a quienes no les quedan bien ni los trajes a medida. Tiene un blog el tío, que con eso queda todo dicho. Es decir, en apariencia una Nada con patas, rayana en lo friki. Un angélico Torrente, vamos. Y sin embargo, más allá de la fachada, si se bucea en la asombrosa Vida, Obra y Milagros de Little Carmona…por los clavos de San Pablo Iglesias… ¡lo ha sido y lo es él Todo! Se ve que, puestos ya a exprimir a tope los abismos y los paraisos todos de la humana existencia, cual adolescente al que un tigre le rugiera por las venas, quiere ahora darle el joven Carmona (nacido Él en el Año de Gracia de 1963) un tiento también al delicatessen de la Alta Política.
Recorrer la peripecia vital de José Carlos Carmona, la cuajada plenitud de sus logros, es abismarse en la maravilla de la criatura humana y sus infinitas posibilidades, es asomarse pasmado a los mefistofélicos rasgos de un individuo excepcional, más dotado que Mozart y el da Vinci juntos. No sabe uno, lector, ni por donde empezar las abrumadoras enumeraciones del catálogo de industrias, afanes y bellas artes que el renacentista Carmona a su paso ha ido desgranando.
Vamos, ahora-que-vamos-despacio y que sólo la contemplación de un retablo de prodigios sin parangón nos espera, a intentar dar cuenta y razón de las obras conocidas de este hombre proteico como pocos, que al mismo Prometeo hubiera dejado turulato. Es preciso, claro, para poder abarcar exuberancia tanta el ir por partes, por “ámbitos”, como él mismo en su blog, con cursileria tecnócrata que, visto el éxito, habrá que imitar, apunta. Eso, vayamos apuntando “la multidisciplinariedad de mi trabajo que se despliega en torno a…” –toma para empezar ya castaña, faisancito-:
-“En el ámbito de la gestión política” es: miembro del Comité de empresa de la Universidad de Sevilla por UGT, miembro del Claustro de la Universidad de Sevilla, Secretario de Educación y Cultura de la Federación de Artistas del Estado Español, Secretario General y de Comunicación de la Unión de Actores e Intérpretes de Andalucía”, por citar algo.
-“En el ámbito cinematográfico y teatral” es crítico literario en Canal Sur Radio, fue profesor de la Escuela de Cine de Andalucía, protagonista del largometraje El Proyecto Manhattan, secundario en series de Canal Sur y en montajes de Moliere, Ionesco, Miura, y “etc”, dice él. Actuó sobre todo como profesor en el reallity “Curso del 63” de Antena 3. Claro, qué mejor credencial para aquestos Tiempos de la Mugre que haber protagonizado en la tele un reallity, como a propósito de la Spanish Revolution señalábamos aquí.
-“En el ámbito Filosófico” es doctor en Filosofía por la Univ de Sevilla, donde fue profesor hasta pasarse a la de Ciencias de la Educación, director de la Tertulia Filosófica del Ateneo sevillano, miembro de la Sociedad Filosófica “Pensamiento y Cultura”, ha obtenido becas internacionales como profesor en universidades extranjeras, ha impartido multitud de conferencias y publicado decenas de artículos en revistas especializadas.
-“En el ámbito musical” es profesor, es director de la Orquesta Sinfónica Hispalense, de la Orquesta Sinfónica 1º de Mayo, de la Orquesta de Cámara Europea, del Coro de la Universidad de Sevilla, autor del libro “Criterios de interpretación musical”, titulado superior en Dirección de Orquesta y Dirección de Coros, ha ofrecido cientos de conciertos, segunda sinfonía de Mahler incluida, incluso en la sede de la UNESCO, en fin, tiene 5 DVDs en el mercado y 3 CDs en los que Haydn, Brahms y tal y tal desfilan bajo la batuta carmoniana, por mencionar sólo alguno de sus hitos.
-“En el ámbito literario” –y es ahí, lector mío, dónde ya la pura tirria me corroe hasta causarme vergüenza- es fundador del primer máster en Creación Literaria en la Universidad de sus amores, y autor de 32 libros, entre los que destacan “Sabor a Chocolate” del que se han vendido más de cien mil ejemplares y “Sabor a Canela”, publicada en la mismísima planetaria editorial que a Millás fizo de oro. Tiene además Carmona el don de los títulos y a los antes citados hemos de añadir “Pararse a pensar”, “Cuentos para después de hacer el amor” y “El arte perdido de la conversación”. Obtuvo el I Premio de Novela de Alfaguara, cuyo jurado, presidido por Arturo Pérez Reverte, ¡personalmente recomendó a la editorial que lo publicase!, con la novela “Una sinfonía concertante”. Y no ya sólo eso: es que encima en los foros internéticos, anónimos lectores le dejan conmovedores elogios de sus novelas, dotadas, al decir de ellos, de una sensibilidad tan exquisita que hasta les roba el corazón, sin ser capaces de hasta el final dejar de leer sus historias.
¿Podría faltarle algo a este pedazo de Monstruo… diodenal, que diría el gran Chiquito? A despecho de su acendrada militancia socialista y ugetista, Little Carmona ha tomado parte también en la gloriosa Spanish Revolution. Confiesa, así, que “he participado ACTIVAMENTE en las asambleas celebradas en Sevilla por los del 15-M”, cuyas propuestas (supongo que la del reparto del trabajo y la de no votar PSOE/PP también) dice defender. “Día tras día pude ver la angustia de jóvenes y personas de todas las edades”. Cuando Chacón aterrorizada desistió, comprendió Carmona que “se desoía la petición de la sociedad que estaba pidiendo que se viera que somos democráticos, que somos humanos…”. ¿Está seguro Little Carmona de ser humano? ¡Si el Superhombre nietzscheano resulta a su lado un alfeñique!
Mamma mía, qué vertigo de malsana envidia ante los resplandores de fecundidad tan excelsa, de una tan lograda apertura a las plenas potencias del Ser, que de tanto ser, incluso de submarino rubalcabo para “controlar” a las bases podría también a más a más tratarse. ¿La puede alguien siquiera igualar? ¡Pero si al lado suyo el propio Punset pareciera sólo una pulga, bien afortunada, es cierto. ¿Qué puede a todo esto de verdadero peso oponerle Big Faisán?
¡Ostras, Little Carmona, you are my hero! ¿Cuántos Little Carmona, tan socialistas como él, daránse entre las Indignadas muchedumbres? ¿Y no podrías tú, dear Carmona, que bien seguro estoy que a ti, vistas tus ubicuas y taumatúrgicas capacidades, esto ha de llegar… recomendar lo mío allá por las editoriales qué frecuentas? Me convierto al socialismo y hasta a la Spanish Revolution si lo haces, te lo juro.